martes, 22 de febrero de 2011

CONTRA NOSOTROS MISMOS

Tras décadas de hostilidad despiadada en todo el continente, los inmigrantes indocumentados corren el peligro de convertirse en una subcategoría de la humanidad y en un objetivo al que se puede atacar impunemente. Y existe una discrepancia manifiesta entre la cruel y punitiva respuesta europea frente a la inmigración indocumentada y las aspiraciones de la UE de convertirse en un "espacio de libertad, seguridad y justicia".

Algunos de los Gobiernos de izquierda han descrito los esfuerzos de Europa por endurecer sus fronteras como un intento de apaciguar a la extrema derecha y de garantizar la estabilidad social y la integración. Pero estos 12 últimos meses han puesto de manifiesto que estos esfuerzos podrían estar legitimando en realidad el exclusivista programa de los políticos europeos más opuestos a los inmigrantes, a pesar de que muchos economistas vaticinan que algunos países los necesitarán para compensar su cambio demográfico si quieren seguir siendo competitivos y tener mano de obra suficiente para pagar las pensiones de jubilación de unas poblaciones que envejecen a ritmo acelarado.

Guerra a los inmigrantes. Matthew Carr

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